jueves, 11 de diciembre de 2014
sábado, 18 de octubre de 2014
Para siempre es mucho tiempo !
Era como si el insomnio encendiera la memoria al menos la de ella, aunque dicen que cuando uno no puede dormir es porque está despierto en los sueños de alguien. Quizás fuera cierto y también él estuviera pensando en ella.
Habían coincidido en un momento de sus vidas muy opuestas en aquel lugar lejano y extraño , él era de otra región y ella de otro país. Ninguno de los dos buscaba amoríos ni flirteos pero era indudable que se atraían mutuamente. Por motivos diferentes se respetaban y admiraban se sentían unidos allí donde todo era distinto para ambos.
A aquellas horas de la madrugada sentía su mirada tan vívidamente que él parecía estar presente;, aquella mirada que besa , que habla, que grita que se expresa sin ofender imponiéndose a cualquier otro gesto de su ser. Cuando ella se sentía sola él se acercaba como adivinando sus pensamientos y la abrazaba de la única manera que sabía, con mucha fuerza. Fiel a la característica de los hombres de allí era muy perceptivo, sensible a los pensamientos ajenos, por eso en las mañanas le decía: " anoche te soñé y estabas triste " o incómoda o molesta...siempre acertaba hasta cuando decía que ella no lo había dejado dormir pensándolo .. Ahora la situación parecía repetirse a pesar de la distancia que los separaba.
Lejos del hogar y sin afectos cualquier muestra de cariño era bienvenida por eso se prodigaban elogios y palabras cariñosas sin que los demás notaran el discreto acercamiento que había entre ellos.
El era un hombre lleno de vitalidad todavía joven que a menudo hacía alarde de su físico mostrándose semi desnudo cargando grandes pesos a la vista de ella. Su musculatura espléndida sus incipientes canas, su virilidad y aquella forma de mirarla la inquietaban y él lo sabía. Cuando estaban completamente solos él se atrevía a decirle bajito: " no sé si es tarde pero creo que me enamoré de tí " o simplemente " te amo mi reina ".
Cuando la causalidad los separó hubo un abrazo apretadísimo y un susurro al oído que ella tiene muy presente todavía después de un año " Sé que volverás por mí " Ahora a la distancia esas palabras y su mirada palpitan en la mente de la extranjera que recibía silenciosa y discretamente aquel amor sin atreverse a corresponder. En algún lugar de aquel país había hijos pequeños que esperaban ansiosos una llamada o la visita de su papá y una mujer acostumbrada a que los hombres que trabajan lejos tienen " sus cosas " por allá. Esa familia era la muralla que ella jamás treparía para gozar de aquel amor tardío, si él amaba a la madre de sus hijos era otra historia, ahora lo que dolía era la certeza que él tenía de que ella volvería a buscarlo.
El pasaje de la extranjera por aquellas tierras dejó huellas en la gente de la zona, se hizo querer y quiso a los lugareños sinceramente pero sus obligaciones la arrancaron de allí devolviéndola a su país a su cultura, a la gran ciudad y a la soledad de su casa. Al despedirse en el momento de partir las lágrimas asomaron a los ojos de todos clamando porque se quedara. Ella lloraba también sabiendo que no podía quedarse en aquel paraíso, se iba con dolor para siempre.
Mientras intenta olvidar, más recuerda y la cama parece un infierno donde se consume. El sueño no llega y las palabras resuenan en su mente como si él la estuviera llamándola desde lejos.
Casi sin darse cuenta de pronto se encontró pensando en la vigencia de su pasaporte en el costo del pasaje, las horas de viaje y la ropa apropiada para aquel clima tropical. El sol empezaba a despertarse colándose por la ventana del dormitorio hasta su alma....
Para siempre... es mucho tiempo !!!
Jennifer Gil Pesci
Habían coincidido en un momento de sus vidas muy opuestas en aquel lugar lejano y extraño , él era de otra región y ella de otro país. Ninguno de los dos buscaba amoríos ni flirteos pero era indudable que se atraían mutuamente. Por motivos diferentes se respetaban y admiraban se sentían unidos allí donde todo era distinto para ambos.
A aquellas horas de la madrugada sentía su mirada tan vívidamente que él parecía estar presente;, aquella mirada que besa , que habla, que grita que se expresa sin ofender imponiéndose a cualquier otro gesto de su ser. Cuando ella se sentía sola él se acercaba como adivinando sus pensamientos y la abrazaba de la única manera que sabía, con mucha fuerza. Fiel a la característica de los hombres de allí era muy perceptivo, sensible a los pensamientos ajenos, por eso en las mañanas le decía: " anoche te soñé y estabas triste " o incómoda o molesta...siempre acertaba hasta cuando decía que ella no lo había dejado dormir pensándolo .. Ahora la situación parecía repetirse a pesar de la distancia que los separaba.
Lejos del hogar y sin afectos cualquier muestra de cariño era bienvenida por eso se prodigaban elogios y palabras cariñosas sin que los demás notaran el discreto acercamiento que había entre ellos.
El era un hombre lleno de vitalidad todavía joven que a menudo hacía alarde de su físico mostrándose semi desnudo cargando grandes pesos a la vista de ella. Su musculatura espléndida sus incipientes canas, su virilidad y aquella forma de mirarla la inquietaban y él lo sabía. Cuando estaban completamente solos él se atrevía a decirle bajito: " no sé si es tarde pero creo que me enamoré de tí " o simplemente " te amo mi reina ".
Cuando la causalidad los separó hubo un abrazo apretadísimo y un susurro al oído que ella tiene muy presente todavía después de un año " Sé que volverás por mí " Ahora a la distancia esas palabras y su mirada palpitan en la mente de la extranjera que recibía silenciosa y discretamente aquel amor sin atreverse a corresponder. En algún lugar de aquel país había hijos pequeños que esperaban ansiosos una llamada o la visita de su papá y una mujer acostumbrada a que los hombres que trabajan lejos tienen " sus cosas " por allá. Esa familia era la muralla que ella jamás treparía para gozar de aquel amor tardío, si él amaba a la madre de sus hijos era otra historia, ahora lo que dolía era la certeza que él tenía de que ella volvería a buscarlo.
El pasaje de la extranjera por aquellas tierras dejó huellas en la gente de la zona, se hizo querer y quiso a los lugareños sinceramente pero sus obligaciones la arrancaron de allí devolviéndola a su país a su cultura, a la gran ciudad y a la soledad de su casa. Al despedirse en el momento de partir las lágrimas asomaron a los ojos de todos clamando porque se quedara. Ella lloraba también sabiendo que no podía quedarse en aquel paraíso, se iba con dolor para siempre.
Mientras intenta olvidar, más recuerda y la cama parece un infierno donde se consume. El sueño no llega y las palabras resuenan en su mente como si él la estuviera llamándola desde lejos.
Casi sin darse cuenta de pronto se encontró pensando en la vigencia de su pasaporte en el costo del pasaje, las horas de viaje y la ropa apropiada para aquel clima tropical. El sol empezaba a despertarse colándose por la ventana del dormitorio hasta su alma....
Para siempre... es mucho tiempo !!!
Jennifer Gil Pesci
domingo, 24 de agosto de 2014
miércoles, 9 de julio de 2014
Un paso más
Definitivamente esta crema no borra las arrugas ! Que pensará cuando me mire detenidamente..las contará ?
Por el espejo en que me maquillo pasa una sombra conocida y me recuerda sus palabras : " Tus arrugas son cicatrices de batallas ganadas al tiempo ". Pienso un momento en esa silueta del pasado, en su voz, en los años casi juntos, casi enamorados. No me arrepiento de haber amado con corazón de niña y cuerpo de mujer, nada fué en vano, todo valió la vida.
Hoy es una sombra, un viejo conocido que dejó miles de recuerdos gratos, que cultivó poemas en mis cuadernos y flores en mi piel. Nunca entendí porqué no le alcanzó mi amor, mis renuncias mi creatividad para los encuentros y mis silencios heroicos para sus ausencias. Pero valió, valió de mucho; me hice más fuerte , más sabia , recuperé mis ganas de asomarme a la esperanza. Hoy sin saber a ciencia cierta la causa me reconcilié con la música, la literatura, con el sol, con los bolígrafos y los espejos.
No sé que sorpresas me esperan en la calle, en la vida, pero en un rato otra persona, un hombre me tenderá la mano para saludarme y probablemente quiera rozar mi mejilla con un primer beso.
Yo estaré dispuesta una vez más a mostrar mis arrugas, mi ansiedad, mi verdadera edad mientras intento debilimente controlar este impetuoso deseo de amar otra vez..con corazón de niña y cuerpo de mujer..madura.
Jennifer Gil
martes, 8 de julio de 2014
Un camino diferente
_ ¿ Tenés para mucho Mariana ?
_ Ya voy José, ya voy dame un minuto más.
_ Sabés como se pone mamá si no nos vé enseguida…
_ Y vos sabés como me pongo yo cuando la veo ? Ojalá no tuviéramos que ir allá !
_ Querés que vuelva a hablar con el médico para que la deje estar con nosotros ? La soportarías así en casa ?
_ Ya sé, ya sé que es difícil José pero no sé que me dá verla así tan triste pegada al teléfono.
_ No hay nada que podamos hacer nosotros ya. Cómo creés que me siento yo que soy su hijo cuando me habla de épocas que ni yo recuerdo y me mira como a un desconocido ?
_ Pero es que yo creo que ella todavía sigue esperando por ese hombre…
_ Qué hombre : aquel idiota que la tuvo ilusionada como quince años y después le salió con que los hijos de él no querían.. ? O decís que espera las llamadas del aquel con el que tuvo un romance telefónico durante años sin verle la cara , te acordás de la historia ?
_ No sé José, pero yo sigo creyendo que ella espera a alguien que no somos precisamente nosotros…
_ Compraste el perfume y la pintura de uñas que te pidió ?
_ Sí claro, y el block y los sobres de carta . Le llevo una novela romántica también, quien te dice que no se interese por la lectura otra vez ?
_ Sería mejor todavía que volviera a escribir porque le hacía mucho bien y escribía cosas lindas….aunque creo que ya no tiene nada en la cabeza, parece como si estuviera vacía por dentro..
_ José : espero que tú nunca me abandones porque viendo a tu madre así estoy convencida de que se puede morir de amor o de desamor que es casi lo mismo.
_Mirá que eres tonta eh? Decíme : cuántos años llevamos juntos y felices ? Creo que todavía no habíamos internado a mamá cuando te apareciste con todas tus cosas y aquella sonrisa de triunfo…
_ Y si le inventamos algo.. ? Alguien que la llame y le diga que piensa en ella y que no puede venir..que está muy lejos, por ejemplo ?
_ Ni se te ocurra ! Sabés cuántas veces me contó como era la voz del tipo, las palabras que le decía ; las conversaciones enteras ! Hay cosas demasiado íntimas Mariana, imborrables y sagradas para mamá..sería como una burla, no lo soportaría !
_ Pero yo lo digo a ver si logramos que se anime un poco, que sonría ! Mirá que tu madre tenía una sonrisa y una mirada que cautivó a mas de uno José !
_ Basta , calláte un poco que ya nos vió llegar..
Hola mamita cómo estás ? Te trajimos tu perfume y los sobres y todo lo que pediste..
La mujer miraba al muchacho desde algún lugar de su alma donde aún había vida, amaba a ese niño grande pero no sabía como demostrárselo. El había sido un buen hijo y compañero hasta donde recordaba y ahora parecía contento con su vida, seguro que estaba enamorado. Enamorado ! No pensaría volver a usar esa palabra tan dolorosa que hasta le nubla el pensamiento. José estaba allí tratando de distraerla con las noticias de la gente que vive afuera y a ella le gustaba oírlo y verlo reír..era su único vinculo con la vida. Ya buscaría palabras gentiles para decirle que no quería tener más teléfono y los bolígrafos y los papeles de carta. Mariana le sonreía con ternura mientras le toma sus manos arrugadas para hablarle. Cómo habla esa chica ! Ella la escuchaba como de lejos..cada vez más lejos.
Renunciar a la espera era desgarrador pero llevaba demasiado tiempo esperando, él no la llamaría ni entraría por la puerta con una sonrisa seductora excusándose por la demora. Nunca la conoció de verdad, tampoco entendió la súplica en sus ojos, que con el amor intacto le dijo : “ no me llames nunca más “ ! Ahora haría un esfuerzo, otro esfuerzo, el último para convencer a José de que no era necesario tener un teléfono en su habitación y culparía a la artritis para no tener que escribir màs cartas.
José y Mariana hablaban mucho…demasiado ! De que hablaban ? costaba oírlos sus voces se alejaban por otro camino, un camino diferente a que ella acababa de emprender.
Jennifer Gil
_ Ya voy José, ya voy dame un minuto más.
_ Sabés como se pone mamá si no nos vé enseguida…
_ Y vos sabés como me pongo yo cuando la veo ? Ojalá no tuviéramos que ir allá !
_ Querés que vuelva a hablar con el médico para que la deje estar con nosotros ? La soportarías así en casa ?
_ Ya sé, ya sé que es difícil José pero no sé que me dá verla así tan triste pegada al teléfono.
_ No hay nada que podamos hacer nosotros ya. Cómo creés que me siento yo que soy su hijo cuando me habla de épocas que ni yo recuerdo y me mira como a un desconocido ?
_ Pero es que yo creo que ella todavía sigue esperando por ese hombre…
_ Qué hombre : aquel idiota que la tuvo ilusionada como quince años y después le salió con que los hijos de él no querían.. ? O decís que espera las llamadas del aquel con el que tuvo un romance telefónico durante años sin verle la cara , te acordás de la historia ?
_ No sé José, pero yo sigo creyendo que ella espera a alguien que no somos precisamente nosotros…
_ Compraste el perfume y la pintura de uñas que te pidió ?
_ Sí claro, y el block y los sobres de carta . Le llevo una novela romántica también, quien te dice que no se interese por la lectura otra vez ?
_ Sería mejor todavía que volviera a escribir porque le hacía mucho bien y escribía cosas lindas….aunque creo que ya no tiene nada en la cabeza, parece como si estuviera vacía por dentro..
_ José : espero que tú nunca me abandones porque viendo a tu madre así estoy convencida de que se puede morir de amor o de desamor que es casi lo mismo.
_Mirá que eres tonta eh? Decíme : cuántos años llevamos juntos y felices ? Creo que todavía no habíamos internado a mamá cuando te apareciste con todas tus cosas y aquella sonrisa de triunfo…
_ Y si le inventamos algo.. ? Alguien que la llame y le diga que piensa en ella y que no puede venir..que está muy lejos, por ejemplo ?
_ Ni se te ocurra ! Sabés cuántas veces me contó como era la voz del tipo, las palabras que le decía ; las conversaciones enteras ! Hay cosas demasiado íntimas Mariana, imborrables y sagradas para mamá..sería como una burla, no lo soportaría !
_ Pero yo lo digo a ver si logramos que se anime un poco, que sonría ! Mirá que tu madre tenía una sonrisa y una mirada que cautivó a mas de uno José !
_ Basta , calláte un poco que ya nos vió llegar..
Hola mamita cómo estás ? Te trajimos tu perfume y los sobres y todo lo que pediste..
La mujer miraba al muchacho desde algún lugar de su alma donde aún había vida, amaba a ese niño grande pero no sabía como demostrárselo. El había sido un buen hijo y compañero hasta donde recordaba y ahora parecía contento con su vida, seguro que estaba enamorado. Enamorado ! No pensaría volver a usar esa palabra tan dolorosa que hasta le nubla el pensamiento. José estaba allí tratando de distraerla con las noticias de la gente que vive afuera y a ella le gustaba oírlo y verlo reír..era su único vinculo con la vida. Ya buscaría palabras gentiles para decirle que no quería tener más teléfono y los bolígrafos y los papeles de carta. Mariana le sonreía con ternura mientras le toma sus manos arrugadas para hablarle. Cómo habla esa chica ! Ella la escuchaba como de lejos..cada vez más lejos.
Renunciar a la espera era desgarrador pero llevaba demasiado tiempo esperando, él no la llamaría ni entraría por la puerta con una sonrisa seductora excusándose por la demora. Nunca la conoció de verdad, tampoco entendió la súplica en sus ojos, que con el amor intacto le dijo : “ no me llames nunca más “ ! Ahora haría un esfuerzo, otro esfuerzo, el último para convencer a José de que no era necesario tener un teléfono en su habitación y culparía a la artritis para no tener que escribir màs cartas.
José y Mariana hablaban mucho…demasiado ! De que hablaban ? costaba oírlos sus voces se alejaban por otro camino, un camino diferente a que ella acababa de emprender.
Jennifer Gil
miércoles, 18 de junio de 2014
Deja vu
Recuerdo que era un dìa de feria, salì a la calle vestida con jeans camiseta larga y zapatillas. Buscaba no sè que entre entre las naranjas, las espinacas y las zanahorias. De pronto levantè la vista y te vì..con aquellos ojos negros inmensos que reconocì al instante. Mi sangre tambièn te reconociò porque empezò a correr como loca por mis venas y el bobo de mi corazòn no sabìa si pararse o correr màs ràpido. Y tu sonrisa ! toda la feria se iluminò con colores brillantes incluso las naranjas, las espinacas, las zanahorias y hasta yo.
Tus labios eran un conjuro de àngeles y demonios enmarcando tu dentadura algo irregular.
Pocas veces he visto un cuerpo tan varonil y sensual a pesar de tu incipiente pancita. Sè que al admirarte pensè : " me pasarìa el resto de la vida cobijada en ese pecho jugando con mis dedos en el bello grisàceo que asoma bajo esa camisa ".
Una mùsica casi religiosa saliò de tu boca para decirme: " ¿ hola: nos conocemos verdad ? "
Si un paisaje se parece al paraìso sin dudas es precisamente esa feria porque estabas tù encontrandome , mientras yo buscaba no sè que.
Como si hubieramos hecho una cita previa tomaste mi mano que temblaba de gozo y nos quedamos mirandonos.....mirandonos al alma como quien regresa al hogar luego de un viaje.
Percibìa claramente la tibieza de tu cuerpo muy cercano al mìo y sè que me decìas cosas hermosas, pero no las oìa, solo podìa mirar tu rostro y desear que no te fueras nunca de mi vida.
Si hicimos el amor ? no lo recuerdo, no tengo imàgenes de los cuerpos desnudos en la cama, pero, por loco que parezca nos amamos con la mirada, con el tacto y todos los sentidos.
El sol de la mañana se mete por mi ventana como una invitaciòn a levantarme entibiando mi rostro. Me tomo media hora màs para revivir el encuentro con mi alma gemela. Un encuentro que podrìa jurar que fuè cierto porque me despertè enamorada.
Con una mezcla de alegrìa y ansiedad me pongo un jean, una camiseta larga y zapatillas, de pronto recuerdo que es dìa de feria y tengo que comprar algo....algo como naranjas, espinacas y zanahorias .
Jennifer Gil
Tus labios eran un conjuro de àngeles y demonios enmarcando tu dentadura algo irregular.
Pocas veces he visto un cuerpo tan varonil y sensual a pesar de tu incipiente pancita. Sè que al admirarte pensè : " me pasarìa el resto de la vida cobijada en ese pecho jugando con mis dedos en el bello grisàceo que asoma bajo esa camisa ".
Una mùsica casi religiosa saliò de tu boca para decirme: " ¿ hola: nos conocemos verdad ? "
Si un paisaje se parece al paraìso sin dudas es precisamente esa feria porque estabas tù encontrandome , mientras yo buscaba no sè que.
Como si hubieramos hecho una cita previa tomaste mi mano que temblaba de gozo y nos quedamos mirandonos.....mirandonos al alma como quien regresa al hogar luego de un viaje.
Percibìa claramente la tibieza de tu cuerpo muy cercano al mìo y sè que me decìas cosas hermosas, pero no las oìa, solo podìa mirar tu rostro y desear que no te fueras nunca de mi vida.
Si hicimos el amor ? no lo recuerdo, no tengo imàgenes de los cuerpos desnudos en la cama, pero, por loco que parezca nos amamos con la mirada, con el tacto y todos los sentidos.
El sol de la mañana se mete por mi ventana como una invitaciòn a levantarme entibiando mi rostro. Me tomo media hora màs para revivir el encuentro con mi alma gemela. Un encuentro que podrìa jurar que fuè cierto porque me despertè enamorada.
Con una mezcla de alegrìa y ansiedad me pongo un jean, una camiseta larga y zapatillas, de pronto recuerdo que es dìa de feria y tengo que comprar algo....algo como naranjas, espinacas y zanahorias .
Jennifer Gil
martes, 20 de mayo de 2014
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