lunes, 14 de octubre de 2019

Amada fantasía



No podía seguir así, tenía que definir aquel sentimiento, si es que lo era, no estaba seguro de nada. Durante el día lograba acallarlo manteniéndose ocupado trabajando muy duro.
Cuanto más cosechara más dinero enviaría a sus hijos, que solo veía en verano. Mientras,
 tenía que seguir cumpliendo con sus obligaciones de padre desde lejos. Su chacra era lo único que le permitía mantener a sus hijos y a sus padres que se la habían  heredado.
Cuando llegaba la noche esa mujer lo visitaba: lo miraba hondo, sentía su aroma a vainilla y el calor de su piel, un calor que lo quemaba por dentro. Oía su voz nombrándolo y se dejaba amar, todas y cada una de las noches desde que la vio por primera vez. Ya había pasado más de un año de aquello y ella seguía unida a él, metida en su alma en su cama, en sus sentidos.
¿Porque no lo había rechazado?  Se dejaba abrazar y se quedaba allí temblando.
Él no sabía  hablarle bonito, no se atrevía a decirle que dejaría todo para irse con ella si se lo pidiera; pero se lo decía igual, a su manera, con miradas llenas de amor y deseo, acercándose mucho, exhibiendo su cuerpo fuerte semi desnudo para que ella lo admirara. Otras mujeres  elogiaban sus músculos firmes y fuertes  intentando llevárselo a la cama. Ya no era un joven impetuoso  mas bien un hombre maduro,un macho que moría de amor por una hembra, sólo por una y ella lo sabía.
A veces la encontraba solitaria con la mirada perdida, tan vulnerable  que no podía evitar abrazarla. ¿Porque nunca lo evadió?  Ambos sabían que  ella se iría algún día y así fue, era inevitable.  Varios días  esperó noticias de su arrepentimiento, vivía con el corazón palpitando  como loco. Si volviera, entonces le daría todos los besos que no atrevió, acariciaría todo su cuerpo despacito,saboreándola, haciéndole sentir su virilidad  hasta que sucumbiera al mismo profundo deseo; buscaría un lugar apartado para hacerle el amor por horas.
¿Entonces que era aquello que no lo dejaba descansar en las noches? Un embrujo, una ilusión o quizá ella misma.
Todas y cada una de las noches sufría, se quemaba, la sentía a su lado y se negaba a abrir los ojos. Era una sensación inefable  sentir  que lo nombraba bajito, lo rozaba con sus dedos  y lo miraba al alma como entregándose  siempre con ese olor a vainilla. Pero,  llegaba el día y ella se esfumaba con el sol, entonces él trabajaba sin descanso para sus hijos que estaban menos lejos que ella. No podía entender que se había ido y sin embargo volvía cada noche con las estrellas a su cama a enloquecerlo de alegría de pasión,de amor. No lograba entender sólo sentir. Un viejo  sabio le había dicho una vez que cuando alguien sueña mucho con una persona es que ella está pensando en ti. ¿Podría ser cierto? Ya no podía seguir así, algún día sacaría de su mochila aquel papel con su nombre y teléfono y la  llamaría para preguntarle si de verdad ella lo pensaba tanto. ¡Pero era tan lindo sentirla!   Algún día…

martes, 17 de septiembre de 2019

Hubo una vez...

Transcurrían las vacaciones de verano y como de costumbre las pasaban con el abuelo. La mirada del hombre reflejaba  la ternura inmensa que  sentía por sus nietos  a quienes malcriaba tanto como podía. Estar con  ellos lo devolvía a su niñez, se sentía feliz  con cada aventura compartida, en las pescas, la búsqueda de bichitos extraños en los árboles o la tierra; cada hallazgo merecía una lección de biología que los peques escuchaban fascinados. Otra cosa que disfrutaban era hurgar en el galpón de  herramientas de la casa y el cuarto de los recuerdos , ese lugar que permanecía cerrado desde que enviudó..
La vida del hombre discurría entre ver los partidos de fútbol , escuchar música, algo de ejercicio en bici y la lectura además de esperar. las vacaciones para ver a sus nietos. Las reuniones familiares se fueron  espaciando cada vez mas con el fallecimiento de su esposa y los tiempos acotados por  el trabajo profesional de sus hijos. Felizmente  contaba con los chicos que ponían  adrenalina a sus días y llenaban todos los espacios de la casa y su corazón, cuánto los amaba !
Una tarde de verano trajo una lluvia torrencial que desafió la creatividad del abuelo para entretener a los chicos,sacó los juegos de mesa luego vinieron las adivinanzas y la lluvia no cesaba.
Al atardecer mientras miraba el informativo en la tele ellos se escabulleron dentro del cuarto donde aquel hombre guardaba sus trofeos, albumes de fotografías familiares,aparatos de música, todo estaba muy ordenado y clasificado razón por la que no se les permitía  entrar ni tocar nada sin su autorización. La pareja de  niños ya rondaba los diez años por lo que no eran tan inocentes y les excitaban las travesuras fuera del alcance de los ojos de adultos; si los pillaban  seguramente la reprimenda no pasaría de un ceño fruncido del abu o quitarles el postre si la cosa era muy seria.  Así fue que penetraron en aquel santuario que en lugar de santos tenía instrumentos musicales, libros,  medallas,y fotos..Tenían toda la historia de la familia en sus manos mientras durara el informativo, afuera seguía lloviendo; bajaron la caja de  plástico grande con imágenes de toda las épocas de sus abuelos y padres.
El   silencio sospechoso alertó al dueño de casa que los encontró sentados en pleno despliegue de papeles y cartitas, menudo susto se llevaron al verlo parado allí con gesto de desaprobación y los brazos apretados a la cintura.
_ Perdón abu estábamos aburridos y tu ocupado...
_Guarden todo eso tal y como estaba,no debieron hacerme esto !
Pillados en su picardía  juntaron rápidamente todo para colocarlo en su lugar, el varón alzó a su hermana para que subiera hasta el estante alto con tanta mala suerte que tiraron al piso una caja más pequeña que estaba al fondo  con varios objetos, cartas y una fotografía.  muy antigua. Algo estaba claro, esa mujer no era su abuela.
Pidieron perdón por la travesura y picados por la curiosidad preguntaron quien era esa señora; demoró tanto en  responder que los chicos creyeron que no lo haría pero lejos de dar su nombre se puso a hablar sobre la valentía y la cobardía en tono solemne. Les dijo que cuando se desea algo con toda el alma hay que luchar por eso con uñas y dientes y vencer obstáculos y críticas, no ser cobardes.
_ Abuelo tú fuiste cobarde alguna vez ?
_ Sí , y todavía lo lamento.
Ya en sus camas los nietos  estaban pensativos y preocupados por la expresión del rostro tan querido,
_ Pero..no nos dijo quien era la señora !!
_ Mañana se lo preguntamos otra vez porque ahora está molesto o triste, está raro.
Esa noche el anciano demoró en irse a la cama y  tampoco comió postre, afuera el aguacero no cedía y otro más discreto comenzó a deslizarse por sus mejillas arrugadas .
Ya era tarde para todo, para buscarla ,pedir perdón..su gran amor ya no estaba en este mundo. Sólo le quedaba el recuerdo de haber sido tan  amado y el dolor de su propia cobardía..
Jennifer Gil Pesci

jueves, 7 de marzo de 2019

Detrás del portón azul

Una vez más dejo atrás aquel portón azul que separa dos realidades. Afuera hay gente buena que vive en hogares confortables tienen hijos familia y trabajan para tener un mejor futuro. También hay gente ambiciosa que pasa por encima de otros para lograr sus objetivos, gente indiferente al dolor o necesidad ajena, los que roban matan o estafan y caminan impunes por las calles de la ciudad; perfiles humanos frecuentes en casi todo el mundo. Pero hay otra realidad, la que está detrás de aquel portón azul; un lugar poblado de almas rotas y sonrisas ensayadas. Allí la soledad no se nombra se respira, se sufre, se sobrevive a pesar del esfuerzo de un puñado de seres incansables que tratan de zurcir las heridas con todo lo que tiene a mano, que no es mucho. El dolor, la rabia, el abandono el aislamiento asoman súbitamente ante cualquier incidente menor creciendo y creciendo hasta explotar para aliviarse un poco. Muchas veces la frustración termina estrellándose contra el rostro de esos niños no deseados que deben criar como pueden. Hablo de un grupo de chicas adolescentes que fueron sistemáticamente abusadas física psicológica y sexualmente, niñas madres que se saltearon las ilusiones del noviazgo, del paseo con amigas y la libertad de elegir ser. Niñas nacidas en medios de total vulnerabilidad hijas de padres desconocidos y madres ausentes; sin documentación de identidad , con memorias de hambre, maltrato, falta de ropa de amor y confianza en la gente. Un pequeño grupo de esas adolescentes están allí, detrás del portón azul. Todo allí es esfuerzo; por conseguir fondos para que la ONG siga funcionando, que el lugar sea conocido y respaldado por el gobierno. Intentando sumar voluntades para zurcir la autoestima de las chicas e incentivar el amor hacia sus hijos. También está el esfuerzo de ellas por aceptar su pasado y tratar de construirse pedazo a pedazo, día a día, mes a mes, año a año. Esperando: esperando la visita de algún familiar que las reconecte con sus raíces y su identidad. Se consuelan disfrutando de alguna persona como si viniera por ellas y viendo el cuadro desde lejos parecen una familia reencontrándose. Porqué cuento esto? Porque he convivido con ellas y sé lo fuertes que son a pesar de sus historias desgarradoras. Porque viéndolas tan bien vestidas, con dormitorio y baño propios aprendiendo a ser madres en un clima de mucho respeto y reglas no logro superar mi frustración por no poder hacer más de lo que hago. . Porque hay muchas profesionales que vienen desde la ciudad para aportar sus conocimientos tiempo y cariño pero aún así, no basta. Estudian, aprenden oficios, reciben atención médica y psicológica regularmente para ellas y sus hijos…no alcanza. El disparador de este relato fue ver el contraste entre sus pertenencias materiales su alimentación, el confort y la seguridad del lugar contra las fotos de sus casas. Se me estruja el corazón al recordar esas imágenes de esterillas lonas y cartones pretendiendo ser viviendas. En algún caso estas construcciones son de madera débil sin puertas ventanas y debo suponer que tampoco tienen servicios de luz y agua. Pero a decir verdad el shock que me produjo conocer sus “ casas “ no me permitió averiguar más. Ellas, estas guerreras siguen allí esperando. Cumplir la mayoría de edad no es certeza de salida o “ libertad “ como lo sueñan, porque sus abusadores siguen sueltos impunes a poca distancia de ellas . El trabajo lento y difícil de reinsertarlas en el núcleo familiar y el seguimiento posterior del gobierno responsable es otra de las grandes fallas para que estas almas puedan retomar el vuelo hacia un futuro digno. Cada vez que veo en la redes fotos de nuestras realidades las de las voluntarias y el equipo de trabajo de la ONG me siento bendecida por la vida que llevamos. Siento pena y amor por todas esas niñas con sus hijos y hasta un poco de vergüenza por no poder cambiar lo que sucede en otro país, detrás de un portón azul.