lunes, 14 de agosto de 2023

Palomas mensajeras

Las palabras se van,  huyen para no ser pronunciadas, los sentimientos se esconden para no sentir, la razón no piensa para no ser lógica. Lo probable, lo posible, la ilusión y la esperanza se ahogan a orillas de la realidad. Hay cosas que no pueden  decirse por ser  demasiado ciertas, lo impronunciable se  escribe para poder  ser salvo, en secreto sin que lastime.
Será por esa costumbre irreprimible de reconciliarme con las  palabras y que no me abandonen , que las guardo en un papel para que no se asomen a los labios y causen daño.
Esto de escribir mis secretas pasiones y revelarlas contándolas quizás sea  sólo un ejercicio cotidiano que llevará mis palabras como palomas mensajeras desde mi melancolía hasta tus ojos y tu sonrisa, hasta el lugar  remoto  donde estés. Aburrido, hastiado, adormilado,  apenas latiendo en espera de lo inesperado, de lo increíble,  de lo imposible, de lo soñado.
Porque la imaginación les pone alas es que escribo palabras y más palabras que también son rezos para que vuelen por el universo buscándote.
Escribo porque alguna vez, no importa el lugar ni los nombres que tendremos,  ni el siglo en que será mis palabras de amor se alojen en tu alma..presagiada desde siempre.











lunes, 29 de noviembre de 2021

@mor archivado


Las conversaciones se presentaban y fluían una a una ahora después de tanto tiempo archivadas en la memoria; eran fascinantes, enriquecedoras, graciosas e interminables. El era un hombre  de mundo, de hecho había recorrido casi todo el planeta  de la manera que se hace para conocer realmente los lugares, permaneciendo en ellos por largos períodos. Eso le daba cierta autoridad para cautivar con sus charlas mientras describía costumbres, lenguajes y paisajes. Escucharlo  hasta altas  horas de la noche era siempre un disfrute, por eso los turistas solían unirse a la tertulia, hacían preguntas, aportaban algún dato y luego se marchaban satisfechos y agradecidos con él.

Su carisma era imponente, sin embargo lo que más  lo caracterizaba era su humildad, no tenía que demostrar nada a  nadie, lo que vivió, cada experiencia era personal. Su conocimiento y sus estudios profesionales le otorgaban cierta sabiduría.

El cálido patio interior del hotel incitaba a la  reunión con sus cómodos sillones de mimbre, las plantas, la luz baja, sin gritos y alejados del estruendo de la calle. La gran mesa oval estaba siempre  llena de ceniceros, vasos repletos de cerveza y algunos snacks. Cuando él no estaba se sentía su ausencia ya que a menudo se perdía por varios días para visitar amistades en lugares recónditos cuyos nombres casi nadie conocía. A su regreso los nutría con anécdotas insólitas o novedades sobre parajes desconocidos que había  descubierto. Intercambiaba  libros en distintos idiomas que dominaba y daba su correo electrónico a quien quisiera ponerse en contacto después. Visitarlo sería poco probable porque no tenía domicilio permanente, lo más parecido a un hogar era la casa de su hijo en Suiza donde permanecía poco. Él, era sin dudas un pasajero habitual del  hotel a quien todos conocían o deseaban conocer.

 Así lo recordaba ella; en aquellos meses  compartidos nació una amistad que fue creciendo entre charlas, risas y paseos. En una conversación más íntima él le  dio a entender que ella le gustaba: le gustaba  “ por dentro y por fuera “ así lo dijo como lo dice un caballero, como una galantería. Conocedor del alma humana, supo entender que sus palabras no habían sido tomadas en serio, aquella mujer no estaba allí buscando romances, se buscaba a si misma juntando sus pedazos  y zurciéndole experiencias nuevas a su vida.

Al cabo de varios meses se despidieron y cada uno tomó caminos diferentes; en la siguiente navidad ella recibió un afectuoso correo suyo  recordando lo grato que había sido conocerla y compartir  y que ella era el mejor recuerdo que se había llevado de aquella ciudad donde coincidieron. La describió como una mujer de espíritu aventurero, valiente, sensible y con muy buena vibra. La dama respondió el mensaje agradeciendo las  consideraciones  que la  halagaban  aún sin tener idea de su actual  paradero.

La  vida nos colma de bendiciones, de regalos y sorpresas que muchas veces desperdiciamos por estar mirando demasiado lejos, sin observar a nuestro alrededor en el momento presente..  Eso sucedió con aquella propuesta encontrada en una dirección de correo que ella no usaba hacía ya tiempo: había estado allí archivada, esperando respuesta. El mensaje decía:  “ Querida amiga ” he sido cobarde al no insistir haciéndote saber mis sentimientos. Todo este tiempo he pensado  en ti imaginando como sería recorrer el  mundo  por última vez contigo a mi lado. Estoy seguro de que podría hacerte feliz por  todas las cosas que tenemos en común.me encantas y mucho más!

Quiero contarte que me hice un chequeo médico y el diagnóstico no es bueno, por eso ahora me atrevo a proponerte que seas mi compañera y pasemos juntos tus mejores años, que para mí serán los últimos. Deseo  con el alma que me digas que aceptas para que mi esperanza  de vida se alargue y se ilumine con tu sonrisa y alegría “

El correo había sido enviado dos años atrás y fue el último recibido. Ahora solo quedaba el recuerdo gratísimo de aquellos meses y un enigma gigantesco.

                                                                                      Jennifer Gil Pesci



lunes, 26 de julio de 2021

Desde las cenizas

Si pregunta por mi,
dile que existo.
Que soy como el árbol que podan.
Serán mejores
mis flores y mis frutos
y vendrán mil trinos a llenar mis horas.

Si pregunta por mi,
dile que existo,
que extraño el calor de sus manos
y el eco de su voz.
Que lo amo.
Que tendré algunos días de neblinas
y el corazón  de légamo pesado.

Después
dile que seré la misma,
la que se instala con un haz de sueños
frente a una luna de agua.
La que mantiene la sonrisa abierta
como la herida que le sangra.
                                 Shirley Cotto

lunes, 14 de octubre de 2019

Amada fantasía



No podía seguir así, tenía que definir aquel sentimiento, si es que lo era, no estaba seguro de nada. Durante el día lograba acallarlo manteniéndose ocupado trabajando muy duro.
Cuanto más cosechara más dinero enviaría a sus hijos, que solo veía en verano. Mientras,
 tenía que seguir cumpliendo con sus obligaciones de padre desde lejos. Su chacra era lo único que le permitía mantener a sus hijos y a sus padres que se la habían  heredado.
Cuando llegaba la noche esa mujer lo visitaba: lo miraba hondo, sentía su aroma a vainilla y el calor de su piel, un calor que lo quemaba por dentro. Oía su voz nombrándolo y se dejaba amar, todas y cada una de las noches desde que la vio por primera vez. Ya había pasado más de un año de aquello y ella seguía unida a él, metida en su alma en su cama, en sus sentidos.
¿Porque no lo había rechazado?  Se dejaba abrazar y se quedaba allí temblando.
Él no sabía  hablarle bonito, no se atrevía a decirle que dejaría todo para irse con ella si se lo pidiera; pero se lo decía igual, a su manera, con miradas llenas de amor y deseo, acercándose mucho, exhibiendo su cuerpo fuerte semi desnudo para que ella lo admirara. Otras mujeres  elogiaban sus músculos firmes y fuertes  intentando llevárselo a la cama. Ya no era un joven impetuoso  mas bien un hombre maduro,un macho que moría de amor por una hembra, sólo por una y ella lo sabía.
A veces la encontraba solitaria con la mirada perdida, tan vulnerable  que no podía evitar abrazarla. ¿Porque nunca lo evadió?  Ambos sabían que  ella se iría algún día y así fue, era inevitable.  Varios días  esperó noticias de su arrepentimiento, vivía con el corazón palpitando  como loco. Si volviera, entonces le daría todos los besos que no atrevió, acariciaría todo su cuerpo despacito,saboreándola, haciéndole sentir su virilidad  hasta que sucumbiera al mismo profundo deseo; buscaría un lugar apartado para hacerle el amor por horas.
¿Entonces que era aquello que no lo dejaba descansar en las noches? Un embrujo, una ilusión o quizá ella misma.
Todas y cada una de las noches sufría, se quemaba, la sentía a su lado y se negaba a abrir los ojos. Era una sensación inefable  sentir  que lo nombraba bajito, lo rozaba con sus dedos  y lo miraba al alma como entregándose  siempre con ese olor a vainilla. Pero,  llegaba el día y ella se esfumaba con el sol, entonces él trabajaba sin descanso para sus hijos que estaban menos lejos que ella. No podía entender que se había ido y sin embargo volvía cada noche con las estrellas a su cama a enloquecerlo de alegría de pasión,de amor. No lograba entender sólo sentir. Un viejo  sabio le había dicho una vez que cuando alguien sueña mucho con una persona es que ella está pensando en ti. ¿Podría ser cierto? Ya no podía seguir así, algún día sacaría de su mochila aquel papel con su nombre y teléfono y la  llamaría para preguntarle si de verdad ella lo pensaba tanto. ¡Pero era tan lindo sentirla!   Algún día…

martes, 17 de septiembre de 2019

Hubo una vez...

Transcurrían las vacaciones de verano y como de costumbre las pasaban con el abuelo. La mirada del hombre reflejaba  la ternura inmensa que  sentía por sus nietos  a quienes malcriaba tanto como podía. Estar con  ellos lo devolvía a su niñez, se sentía feliz  con cada aventura compartida, en las pescas, la búsqueda de bichitos extraños en los árboles o la tierra; cada hallazgo merecía una lección de biología que los peques escuchaban fascinados. Otra cosa que disfrutaban era hurgar en el galpón de  herramientas de la casa y el cuarto de los recuerdos , ese lugar que permanecía cerrado desde que enviudó..
La vida del hombre discurría entre ver los partidos de fútbol , escuchar música, algo de ejercicio en bici y la lectura además de esperar. las vacaciones para ver a sus nietos. Las reuniones familiares se fueron  espaciando cada vez mas con el fallecimiento de su esposa y los tiempos acotados por  el trabajo profesional de sus hijos. Felizmente  contaba con los chicos que ponían  adrenalina a sus días y llenaban todos los espacios de la casa y su corazón, cuánto los amaba !
Una tarde de verano trajo una lluvia torrencial que desafió la creatividad del abuelo para entretener a los chicos,sacó los juegos de mesa luego vinieron las adivinanzas y la lluvia no cesaba.
Al atardecer mientras miraba el informativo en la tele ellos se escabulleron dentro del cuarto donde aquel hombre guardaba sus trofeos, albumes de fotografías familiares,aparatos de música, todo estaba muy ordenado y clasificado razón por la que no se les permitía  entrar ni tocar nada sin su autorización. La pareja de  niños ya rondaba los diez años por lo que no eran tan inocentes y les excitaban las travesuras fuera del alcance de los ojos de adultos; si los pillaban  seguramente la reprimenda no pasaría de un ceño fruncido del abu o quitarles el postre si la cosa era muy seria.  Así fue que penetraron en aquel santuario que en lugar de santos tenía instrumentos musicales, libros,  medallas,y fotos..Tenían toda la historia de la familia en sus manos mientras durara el informativo, afuera seguía lloviendo; bajaron la caja de  plástico grande con imágenes de toda las épocas de sus abuelos y padres.
El   silencio sospechoso alertó al dueño de casa que los encontró sentados en pleno despliegue de papeles y cartitas, menudo susto se llevaron al verlo parado allí con gesto de desaprobación y los brazos apretados a la cintura.
_ Perdón abu estábamos aburridos y tu ocupado...
_Guarden todo eso tal y como estaba,no debieron hacerme esto !
Pillados en su picardía  juntaron rápidamente todo para colocarlo en su lugar, el varón alzó a su hermana para que subiera hasta el estante alto con tanta mala suerte que tiraron al piso una caja más pequeña que estaba al fondo  con varios objetos, cartas y una fotografía.  muy antigua. Algo estaba claro, esa mujer no era su abuela.
Pidieron perdón por la travesura y picados por la curiosidad preguntaron quien era esa señora; demoró tanto en  responder que los chicos creyeron que no lo haría pero lejos de dar su nombre se puso a hablar sobre la valentía y la cobardía en tono solemne. Les dijo que cuando se desea algo con toda el alma hay que luchar por eso con uñas y dientes y vencer obstáculos y críticas, no ser cobardes.
_ Abuelo tú fuiste cobarde alguna vez ?
_ Sí , y todavía lo lamento.
Ya en sus camas los nietos  estaban pensativos y preocupados por la expresión del rostro tan querido,
_ Pero..no nos dijo quien era la señora !!
_ Mañana se lo preguntamos otra vez porque ahora está molesto o triste, está raro.
Esa noche el anciano demoró en irse a la cama y  tampoco comió postre, afuera el aguacero no cedía y otro más discreto comenzó a deslizarse por sus mejillas arrugadas .
Ya era tarde para todo, para buscarla ,pedir perdón..su gran amor ya no estaba en este mundo. Sólo le quedaba el recuerdo de haber sido tan  amado y el dolor de su propia cobardía..
Jennifer Gil Pesci