_ ¿ Tenés para mucho Mariana ?
_ Ya voy José, ya voy dame un minuto más.
_ Sabés como se pone mamá si no nos vé enseguida…
_ Y vos sabés como me pongo yo cuando la veo ? Ojalá no tuviéramos que ir allá !
_ Querés que vuelva a hablar con el médico para que la deje estar con nosotros ? La soportarías así en casa ?
_ Ya sé, ya sé que es difícil José pero no sé que me dá verla así tan triste pegada al teléfono.
_ No hay nada que podamos hacer nosotros ya. Cómo creés que me siento yo que soy su hijo cuando me habla de épocas que ni yo recuerdo y me mira como a un desconocido ?
_ Pero es que yo creo que ella todavía sigue esperando por ese hombre…
_ Qué hombre : aquel idiota que la tuvo ilusionada como quince años y después le salió con que los hijos de él no querían.. ? O decís que espera las llamadas del aquel con el que tuvo un romance telefónico durante años sin verle la cara , te acordás de la historia ?
_ No sé José, pero yo sigo creyendo que ella espera a alguien que no somos precisamente nosotros…
_ Compraste el perfume y la pintura de uñas que te pidió ?
_ Sí claro, y el block y los sobres de carta . Le llevo una novela romántica también, quien te dice que no se interese por la lectura otra vez ?
_ Sería mejor todavía que volviera a escribir porque le hacía mucho bien y escribía cosas lindas….aunque creo que ya no tiene nada en la cabeza, parece como si estuviera vacía por dentro..
_ José : espero que tú nunca me abandones porque viendo a tu madre así estoy convencida de que se puede morir de amor o de desamor que es casi lo mismo.
_Mirá que eres tonta eh? Decíme : cuántos años llevamos juntos y felices ? Creo que todavía no habíamos internado a mamá cuando te apareciste con todas tus cosas y aquella sonrisa de triunfo…
_ Y si le inventamos algo.. ? Alguien que la llame y le diga que piensa en ella y que no puede venir..que está muy lejos, por ejemplo ?
_ Ni se te ocurra ! Sabés cuántas veces me contó como era la voz del tipo, las palabras que le decía ; las conversaciones enteras ! Hay cosas demasiado íntimas Mariana, imborrables y sagradas para mamá..sería como una burla, no lo soportaría !
_ Pero yo lo digo a ver si logramos que se anime un poco, que sonría ! Mirá que tu madre tenía una sonrisa y una mirada que cautivó a mas de uno José !
_ Basta , calláte un poco que ya nos vió llegar..
Hola mamita cómo estás ? Te trajimos tu perfume y los sobres y todo lo que pediste..
La mujer miraba al muchacho desde algún lugar de su alma donde aún había vida, amaba a ese niño grande pero no sabía como demostrárselo. El había sido un buen hijo y compañero hasta donde recordaba y ahora parecía contento con su vida, seguro que estaba enamorado.
Enamorado ! No pensaría volver a usar esa palabra tan dolorosa que hasta le nubla el pensamiento. José estaba allí tratando de distraerla con las noticias de la gente que vive afuera y a ella le gustaba oírlo y verlo reír..era su único vinculo con la vida.
Ya buscaría palabras gentiles para decirle que no quería tener más teléfono y los bolígrafos y los papeles de carta. Mariana le sonreía con ternura mientras le toma sus manos arrugadas para hablarle. Cómo habla esa chica ! Ella la escuchaba como de lejos..cada vez más lejos.
Renunciar a la espera era desgarrador pero llevaba demasiado tiempo esperando, él no la llamaría ni entraría por la puerta con una sonrisa seductora excusándose por la demora.
Nunca la conoció de verdad, tampoco entendió la súplica en sus ojos, que con el amor intacto le dijo : “ no me llames nunca más “ !
Ahora haría un esfuerzo, otro esfuerzo, el último para convencer a José de que no era necesario tener un teléfono en su habitación y culparía a la artritis para no tener que escribir màs cartas.
José y Mariana hablaban mucho…demasiado ! De que hablaban ? costaba oírlos sus voces se alejaban por otro camino, un camino diferente a que ella acababa de emprender.
Jennifer Gil