Un día elegí cuidadosamente el nombre que le pondría a mi hogar en la selva cuando me mudara allí. Años después llegué a un lugar remoto cerca del río Amazonas. Recorriendo el lugar me encontré con las ruinas de un santuario que había sido el hogar de una extranjera, entre los pastos había un cartel semi enterrado con letras en quechua y resultó que era el nombre de la casa y era exactamente el mismo que yo había elegido para mi hogar de retiro espiritual. Casualidad o causalidad ?
En otra oportunidad necesitaba una demostración clara de que mis guías celestiales escuchaban mis oraciones , me dormí orando por eso. Al mediodía del siguiente día se extravió una llave y toda la familia nos pusimos a buscarla. Yo levanté varios papeles y debajo de uno de ellos, ví asombrada el anillo que llevo en mi mano hace treinta años y que sólo sale de mi dedo con algún lubricante. Explicación lógica ? Ninguna.
En otra oportunidad nació un bebé en la familia, cuando lo tuve en mis brazos a horas de nacido pude sentir inequívocamente que una persona adulta y sabia me miraba a través de sus ojitos y eso sucede hasta el día de hoy.
Otra cosa extraordinaria sucedió cuando fui a ver a una terapeuta recién iniciada en su disciplina. Cuando abrí mi corazón a los mensajes que me estaban siendo entregados de mis guías, sentí el abrazo más amoroso e intenso que jamás volví a sentir. Un sentimiento que rodeó todo mi ser inundándolo de un amor que me mantuvo llorando de emoción varios días.
Por último quiero contar que hace ya unos años soy voluntaria en un hogar de madres adolescentes en otro país. Es un trabajo que me hace crecer, madurar, templar el alma y vivir en la felicidad del servicio.. Pues hoy día, buscando una foto perdida encontré una vieja agenda . En ella hago mención de que en el año 2008 durante una crisis emocional me visitó una experta en comunicación con ángeles y me entregó varios mensajes; uno de ellos decía que un día yo sería líder de un lugar con chicas adolescentes problemáticas.
A punto de viajar a ese Centro de Madres Adolescentes me embarga una emoción que no puedo dominar. Ese lugar está a punto de cerrar sus puertas, de manera que voy a despedir a las madrecitas a quienes he amado y protegido aún a la distancia. El equipo técnico y yo vamos a soltarles la mano, a ayudarlas a desplegar sus alas rotas hacia una sociedad hostíl donde deberán aprender a vivir.
Es momento de soltar y de hacerlo con alegría. Seguramente Dios tiene preparada otra lección para mí. Abriré mis manos para soltar esos apegos y recibir nuevas bendiciones.
Hay tantas señales !!!! Algunas son contundentes como las que acabo de compartir pero también hay miles de ellas que la voragine en la que vivimos no nos permite ver. Es el milagro mismo de la vida en todas sus formas.
Si algún ateo lee esto se reirá y me considerará una chiflada... Yo me considero dichosa de poder tener estos pequeños diálogos con el Ser Supremo creador de todo lo que existe..
