Si para recobrar lo recobrado, debí perder primero lo perdido.....

tengo por bien llorado lo llorado, tengo por bien sufrido lo sufrido,

porque después de todo he comprendido........

que ninguna de las posesiones por las que he vivido, son mías. Las razones que le he dado a mi vida, no sirven de nada cuando comprendo que el deseo de posesión es lo que nos hace sufrir y nos esclaviza.

Que nada es nuestro, y que nada material nos llevaremos , por mucho que lo amemos.

Es imprescindible comprender que somos sólo un engranaje en el universo; creados con una misión específica y con una fecha de caducidad.

¡ Nada es mío !.yo soy del Todo ! debo aprender a disfrutar y " ver " cada cosa que Dios puso en mi camino. Cosas que a veces mi corazón insiste en ver como obstáculos o penitencias.

Hay un momento en la vida, en que las posesiones, se convierten en una carga inútil que impide el libre vuelo del corazón hacia el origen de toda vida;....desde donde partimos, siendo un acto de amor de Dios, que nos creó a su imagen y semejanza ; " divinos " y que nosotros ..nos empeñamos en olvidar.