Comienzo a escribir ahora, cuando los recuerdos están frescos en la memoria, tan frescos, que los llamaré " vivencias ".
Apenas acabo de llegar de Iquitos,Perú.Me he internado un poco más en la selva peruana buscando " eso " que me llama y que necesita de mí.
Navegar el río Huallaga y el Marañon, fue toda una aventura, no tanto por sus turbias y turbulentas aguas ni por los increíbles paisajes costeros,sino porque allí nadaban apaciblemente mis queridos delfines.Para mi , como para mucha gente , ellos significan pureza, paz,familia y con su lenguaje son capaces de llegar al corazón humano.
Llegar a Iquitos fue muy bonito; una ciudad cálida y calurosa tanto en su clima como en su gente. Miles de motocicletas y motocars se disputaban el estruendo con los equipos de música. Ciudad turística, cosmopolita por excelencia, donde se mezclan los lugareños de baja estatura y piel morena con turistas de piel blanca o enrojecida de todos los rincones del mundo.
Todo tipo de hoteles, hostales, hospedajes , lodges y albergues, ofrecen sus servicios a costos accesibles para descansar luego de agotadores tours por esta zona de la amazonía.
En lo personal , opté por " La casa del francés " un joven que ofrece una antigua casona con aire oriental,cuyas habitaciones son confortables , limpias y tranquilas , además de tener una cocina comunitaria donde los pasajeros pueden hacer uso de todo su contenido. El hall de entrada, en reformas ( notoriamente ) tiene varias hamacas, bajo un alero de palmas, que hacen las delicias de cualquiera en las tardecitas y noches calurosas, allí a una cuadra de la plaza de armas.
Dos días después de instalarme y compartir con jóvenes aventureros de Dinamarca, Canadá,Holanda y España, me presenté en lo de Orlando Cueva.
Este empresario, me había asesorado por internet para que llegara sin problemas a Iquitos, algo bastante complicado para quien no conoce las costumbres y los transportes de la amazonía.
Apenas conocí a otros operadores turísticos por allí, pero me bastó con las anécdotas de los jóvenes con quienes conviví. Es muy fácil ser engañado por falsos guías o inescrupulosos operadores con tal de obtener ganancias rápidas valiendose de nuestro desconocimiento del paisaje amazónico.
Me quedó bien claro que Orlando tiene una empresa " Jungler Explorer " responsable, y que su equipo de guías son profesionales políglotas´
Dentro de los variados perfiles de los paquetes que ofrece, opté por 3 días en la reserva nacional Pacaya Samiria, durmiendo en su albergue.
Esta experiencia inolvidable..merece un capítulo aparte.
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